Carta de Presentación

Estimados Sres.:

Le remito mi currículum vitae en respuesta al anuncio publicado en el Club de Creativos, haciendo referencia al puesto de creativo/copy en la Agencia Quelinka, por el que tengo especial interés.

Como puede apreciar en mi curriculum, actualmente estoy cursando cuarto curso de publicidad y relaciones públicas en la Universidad de Alicante y estoy especialmente interesada en todo lo relacionado con la comunicación, la creatividad y la redacción, área en la que quiero seguir formándome. Aún no he tenido la oportunidad de conseguir experiencia laboral, sin embargo tengo muchas ganas de poner en práctica todo lo que he aprendido durante mis años de formación, con la ventaja que suponen el talento, la ilusión, potencial y las muchas ganas de aprender.

Por estas razones espero me tengan en cuenta en el proceso de selección para este puesto, o para futuras vacantes que se adapten a mí perfil.


Con la esperanza de recibir pronto noticias suyas, se despide de usted muy atentamente,

Fdo: Beatriz Morcillo Sánchez

Esta carta de presentación responde al anuncio de la agencia de publicidad Quelinka, se trata de un puesto para redactor creativo (copy) en campañas offline y online.

Las competencias, ¿aliadas?

En este post, se hace incapié en las cualidades personales y las adquiridas de cara a conseguir un trabajo, a estar más o menos capacitado para un determinado puesto. 

Como cualidades adquiridas, las aprendidas a priori para realizar una determinada tarea, como pueden ser los estudios universitarios, se les denomina Competencias Ordinarias. 

Ahora bien, pese a ser adquiridas y estar al alcance de muchos, no todo el mundo tiene la capacidad de desarrollarlas, sino que se requiere también de ciertas competencias extraordinarias para llegar a conseguir las ordinarias, como pueda ser un carácter paciente y tenaz. Es por esta razón y por la necesidad de destacar, de dar un valor añadido que te haga indispensable en una empresa, que no sólo hay que conformarse con un buen curriculum o una excelente formación.

Lo ideal sería que todos encontrásemos un trabajo perfecto, adecuado a cada uno de nosotros, sin embargo, la realidad es otra y probablemente seas tú quien tenga que adaptarse a un determinado puesto de trabajo.

Para ello, no basta únicamente saber en qué puntos destacas, cuál es el valor añadido que puedes aportar o las competencias extraordinarias que posees; hay que saber actuar en función de tus cualidades, adaptarlas a tu trabajo, sacárles provecho y al mismo tiempo, trabajar en tus puntos débiles.

Personalmente, y no sólo en lo que a trabajo se refiere, tengo la cualidad de movilizar a la gente que me rodea, de lograr que cumplan una serie de objetivos; tengo iniciativa. Aún así, esta capacidad de liderazgo puede trabajarse si se consiguen manejar otros aspectos de la personalidad;  y como no sólo de pan vive el hombre, se necesita mucha paciencia y voluntad para conseguir tanto las competencias ordinarias, como para desarrollar óptimamente las personales. La paciencia es la madre de la ciencia.

Igualmente ¿cómo evalúas a una persona objetivamente sin trabajar a priori con ella, sin conocerla?

Pese a tener encuestas, trucos, ensayos y entrevistas para ello, no es tarea fácil, ni desde luego objetiva, porque como ya he comentado en otros post TODO influye: la ropa, la actitud, el curriculum; etc.

Conseguir la receta perfecta, requiere de todos los ingredientes.

Cuestión de CALIDAD, no de cantidad.

Redes sociales hay miles, pero ¿cuáles son realmente útiles de cara al aspecto profesional?

¿sabemos utilizarlas con este fin?


Por ejemplo, no se trata de una cuestión de cantidad, de tener contactos por tener o subir contenido por subir; se trata de que sepan que estás ahí y que vean tu trabajo, de seguir los  perfiles adecuados, porque a veces una puerta abre otra puerta. Y eso son las redes sociales en la actualidad, una puerta, son el significante de la “posibilidad”. Ahora bien, hay que tener mucho cuidado y saber gestionar correctamente tus distintos perfiles en las distintas redes, o de lo contrario, en lugar de una puerta pueden significar un portazo. Esto no es fácil, por lo que es incluso recomendable tener un perfil para tu vida personal y otra para el mundo laboral.

 

Conseguir fidelizar a tus públicos, seleccionando los contenidos adecuados, tampoco es nada fácil.

Hay que saber qué decir, qué postear, qué comentar y cómo hacerlo.

Las redes habituales en las que me muevo son Facebook, Twitter y Tumbrl. Todas ellas tienen distintas aplicaciones y funciones, por lo tanto también tienen distintos usos: si quieres tener el efecto de la inmediatez y el impacto en pocas palabras, Twitter es la herramienta perfecta; para post más complejos o detallados Facebook es ideal; mientras que Tumblr es perfecto para colgar tus trabajos. En todas estas, redes sigo sobre todo la acualidad de las empresas y profesionales del mundo de la publicidad y la comunicación e intento subir contenidos y tener actualizada mi actividad profesional.

A las puertas de la Jungla.

La entrada en el salvaje mundo laboral me espera a corto plazo. Algunos consejos que aplicaré y que probablemente varíen dependiendo del tipo de puesto o empresa para el que realice la entrevista serán:

- De antemano, saber dónde te metes, averiguar todo lo posible sobre la empresa en la que pretendes trabajar. Cualquier dato puede servirte para intentar crear y dirigir tu discurso hacia el entrevistador.

- Vestimenta acorde con mi personalidad, ya que si bien variará dependiendo del tipo de trabajo al que se opte, se debe buscar un estilo determinado. No vale  ir de traje a la entrevista y el resto de días laborales pretender ir disfrazada.

- No tienes nada que perder, por lo que has de ir tranquila y dejar que el entrevistador rompa el hielo. Nada de sobreactuar ni hacerte pasar por alguien que no eres, pero hay que saber guardar la compostura.

- Ordenar estratégicamente tu currículum, carpeta o book de diseños para estratégicamente.

- Llevar aprendidos los puntos fuertes, cualidades positivas o ámbitos en los que destacas, de cara a las clásicas preguntas del tipo: ¿por qué quieres trabajar aquí? Y conseguir recitarlas sin parecer un robot.

Parece fácil, pero aunque sepas de antemano lo que vas a hacer, los trabajos o curriculum que vas a presentar y la ropa que usarás, seguramente habrá cosas que no salgan como lo has planeado. Por eso hago énfasis en el consejo de ir tranquila y no sobreactuar, ya que del dicho al hecho…