lunes, 21 de noviembre de 2011

Las competencias, ¿aliadas?



En este post, se hace incapié en las cualidades personales y las adquiridas de cara a conseguir un trabajo, a estar más o menos capacitado para un determinado puesto. 

Como cualidades adquiridas, las aprendidas a priori para realizar una determinada tarea, como pueden ser los estudios universitarios, se les denomina Competencias Ordinarias. 

Ahora bien, pese a ser adquiridas y estar al alcance de muchos, no todo el mundo tiene la capacidad de desarrollarlas, sino que se requiere también de ciertas competencias extraordinarias para llegar a conseguir las ordinarias, como pueda ser un carácter paciente y tenaz. Es por esta razón y por la necesidad de destacar, de dar un valor añadido que te haga indispensable en una empresa, que no sólo hay que conformarse con un buen curriculum o una excelente formación.

Lo ideal sería que todos encontrásemos un trabajo perfecto, adecuado a cada uno de nosotros, sin embargo, la realidad es otra y probablemente seas tú quien tenga que adaptarse a un determinado puesto de trabajo.


Para ello, no basta únicamente saber en qué puntos destacas, cuál es el valor añadido que puedes aportar o las competencias extraordinarias que posees; hay que saber actuar en función de tus cualidades, adaptarlas a tu trabajo, sacárles provecho y al mismo tiempo, trabajar en tus puntos débiles.


Personalmente, y no sólo en lo que a trabajo se refiere, tengo la cualidad de movilizar a la gente que me rodea, de lograr que cumplan una serie de objetivos; tengo iniciativa. Aún así, esta capacidad de liderazgo puede trabajarse si se consiguen manejar otros aspectos de la personalidad;  y como no sólo de pan vive el hombre, se necesita mucha paciencia y voluntad para conseguir tanto las competencias ordinarias, como para desarrollar óptimamente las personales. La paciencia es la madre de la ciencia.

Igualmente ¿cómo evalúas a una persona objetivamente sin trabajar a priori con ella, sin conocerla?

Pese a tener encuestas, trucos, ensayos y entrevistas para ello, no es tarea fácil, ni desde luego objetiva, porque como ya he comentado en otros post TODO influye: la ropa, la actitud, el curriculum; etc.

Conseguir la receta perfecta, requiere de todos los ingredientes.

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